DE CÓMO SE ME OCURRIÓ PARTICIPAR EN UN CONCURSO SIN PADRINO.Otra frustración o España es un cortijo
Hace mucho que dejé los concursos porque al final, pasas el mal trago de rigor por mucho que vayas mentalizada. Pero a mi padre le hacía mucha ilusión presumir de hija artista, me animó, me mandó las bases, etc. Y fue tan mágico el proceso, parecía fluir y encajar todo de manera tan especial, que llegué a creer que podía tener su feliz y lógica conclusión. Pero sólo faltaba una cosa, y era la esencial, el bendito enchufe.